Dieta sana, frutas y verduras


Hoy voy hablaros un poco de la dieta sana, importante para tener un equilibrio en la alimentación. Ya que una dieta equilibrada es fundamental para nuestro organismo y no puede faltar para tener una correcta alimentación. Uno de los grupos más importantes dentro de la pirámide alimenticia son las frutas y verduras, fundamentales en la dieta diaria. Por ello debemos comer como mínimo entre tres y cinco raciones de verdura al día, y entre dos y cuatro raciones de fruta diarias.

Las frutas y verduras nos ayudan a obtener la cantidad diaria necesaria de fibra, vitaminas y minerales, además, contienen antioxidantes y otros compuestos importantes que ayudan a protegernos de enfermedades como el cáncer. Por lo tanto debemos ingerir una gran variedad de frutas y verduras, si puede ser frescas en la mayor medida.



Podemos comer verduras como acompañamiento, o hacer salsas y sopas con ellas. Hay muchas verduras que pueden comerse crudas, en ensalada o tentempié como, las zanahorias, el apio, la lechuga, el pepino. Verduras como la col o el brécol deben ingerirse con frecuencia porque tienen propiedades anticancerígenas específicas. Y se cree que las cebollas y los puerros contienen compuestos que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico.

La fruta es una alternativa muy sana con la que podemos sustituir los tentempiés preparados y los postres azucarados. Los exprimidores y las licuadoras nos permiten preparar una gran variedad de zumos y batidos de fruta que encantan a los niños. Hay postres hechos con frutas suaves, como el melocotón y el plátano, mezclados con gaseosa, un poco de zumo de manzana, que resultan deliciosos, nutritivos y fáciles de hacer.

Las frutas secas como los albaricoques, las ciruelas pasas, los higos, los dátiles, y las uvas pasas, es una fuente rica en fibra y pueden ayudar a regular el tránsito intestinal. Es asimismo una fuente de glucosa, hierro y potasio, y contribuye una forma útil de conservar la fruta.

Por otro lado debemos evitar los platos de verdura cubiertos con salsas fuertes o grasientas, y la fruta recubierta de azúcar o almíbar, ya que aportan calorías vacías. La fruta enlatada suele endulzarse con almíbar y contiene menos vitamina C que la fresca. Debemos, por lo tanto, preferir la fruta congelada a la enlatada, aunque la fresca es siempre la mejor opción.

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